Dra. Amalia Rubio, Jefa de la Unidad de Energía de SHA Wellness Clinic
Soy Amalia Rubio, responsable de la Unidad de Energía de SHA Wellness Clinic. en SHA Wellness Clinic
Amalia, tu eres experta en salud bioenergética, ¿podrías contarnos en qué consiste? Parece complicado.
Desde el punto de vista energético, la salud no sólo se entiende como la ausencia de enfermedad o tener los marcadores bioquímicos en rangos normales.
"La salud es un estado positivo, un conjunto radiante en el que la energía vital fluye correctamente, haciendo que el organismo esté preparado para responder en todo momento a los diferentes estímulos, tanto internos como externos, manteniendo la armonía y la comunicación entre todas sus partes".
¿Es la bioenergética una terapia preventiva?
Esta energía vital, que cuando está equilibrada nos permite funcionar y rendir al máximo, se conoce desde hace milenios: en la Medicina Tradicional China se llama Qi; en el Ayurveda, Prana, y en la bioenergética es la frecuencia eléctrica con la que funciona cada uno de nuestros órganos y sistemas, como el latido del corazón, la capacidad del cuerpo para autorregularse, la respiración, el mantenimiento de la sangre caliente o en los procesos metabólicos. "Con el uso de tecnologías como la resonancia magnética, la radiofrecuencia o la bioimpedancia y aparatos de diagnóstico como Prognos, medimos el campo electromagnético del cuerpo y detectamos las causas y la localización de posibles puntos débiles o alterados y bloqueos energéticos antes de que aparezcan los síntomas físicos. De este modo, podemos corregirlos y prevenir futuras enfermedades o patologías. Por eso la bioenergética es una terapia preventiva.
¿Y cuál es el papel del deporte en todo esto?
La práctica del deporte es una forma muy saludable de liberar la tensión acumulada y aumentar la energía física y mental. El ejercicio físico ayuda a mantener el correcto flujo de energía porque, durante el ejercicio, el cuerpo segrega endorfinas y hormonas, como la oxitocina, que mejoran el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales, favoreciendo la relajación y la gestión del estrés. Además, cuando hacemos ejercicio, se produce un proceso llamado piezoelectricidad en los huesos, que refuerza tanto la masa ósea como la salud cardiovascular. Por supuesto, es importante elegir una disciplina deportiva (correr, nadar, bailar, etc.) que nos haga sentir bien y que disfrutemos haciéndola porque, cuando hacemos algo que nos gusta, la energía y la felicidad que obtenemos es mucho mayor.
¿Tiene la respiración algo que decir aquí?
Centrarse en la respiración es otra forma natural de evitar los desequilibrios energéticos. Cuando la tensión se acumula y nos estresamos, el sistema nervioso simpático activa el modo de lucha o huida y responde a la amenaza segregando hormonas, como la epinefrina y la norepinefrina, para hacer frente a la situación. Esto hace que experimentemos síntomas físicos, como la alteración del ritmo cardíaco o el aumento de la frecuencia respiratoria. Al centrar la conciencia en el presente a través de la respiración, ralentizándola y profundizándola, ayudamos a liberar la tensión y a tranquilizarnos. Existen diferentes técnicas de respiración (diafragmática, abdominal, pranayama, alterna, consciente) y todas ellas estimulan el sistema nervioso parasimpático, que controla, equilibra y regula la respuesta de relajación.
Por último, la risa y el sentido del humor son esenciales porque, al reír, reducimos la respuesta de estrés y los músculos se relajan. Por eso siempre digo que un día sin risa es un día perdido.
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