Cuando me propusieron escribir una entrada sobre Yoga lo primero que pensé fue “Uff… y que puedo decir yo sobre el Yoga?? Es como intentar describir el universo en unas líneas” mi segundo pensamiento fue “vale, pero solo podré hacerlo desde mi particular e íntima visión del Yoga, y quizás esta no encaja con lo que la gente espera oír del Yoga, o quizás yo estoy equivocada y confundo más que aclaro… de hecho, yo no soy quien para hablar de algo tan grande, con sentirlo, con experimentarlo me ha bastado siempre…” No entendiendo porque tanto lio se me dijo que pusiera lo que quisiera, simplemente mi visión, sin complicaciones. Así que aquí estoy, haciendo encaje con mis ideas y descubriendo a la vez lo que significa el Yoga para mí.
Aquí un poco sobre mi… Practico Yoga desde hace 15 años y realicé la formación de profesores de la Yoga Alliance hace 5 años, desde entonces comparto mi practica en pequeñas clases, ahora mismo 4 veces a la semana, tengo una formación en hatha Yoga clásico aunque me gusta incoprorar la fuidez del Vinyasa, del Yoga Dinámico y la meditación, pienso que una cosa lleva a la otra y que se complementan formando una única cosa, Yoga no existe sin meditación.
Dicho todo esto creo que queda claro que no puedo ser objetiva y solo puedo hablar desde muy adentro, desde mi más íntima relación con la conciencia y la consciencia.
Yoga NO son posturas perfectas en la playa, contorsiones imposibles, vientres planos y cuerpos musculados, quizás todo eso es un «daño» colateral de tu Yoga Sadhana (práctica espiritual diaria, esfuerzo personal e individual). Yoga no es fitness.
Yoga es unión, unión con la vida, con la energía, con el universo, con tu conciencia, con tu consciencia, contigo mismo. Yoga es compasión, amor infinito, realidad, sueño, alegría, risas, música, cantos, si tienes eso en tu vida, quizás vives en estado de Yoga, de unión. Yoga es caminar en estado de consciencia y consciencia es una cualidad de la conciencia, así que Yoga es también consciencia en la conciencia (ya la lié… no te dejes llevar por las formas, piénsalo bien y verás que tiene sentido)
Una de las maravillosas cualidades de Yoga es que no importa cómo ni por qué llegas a ella, no importa si comenzaste a practicar por recomendación de tu médico debido a un recurrente dolor de espalda o problemas en tu columna, o si una amiga te lo contó y como te quedaba cerca de casa decidiste apuntarte, quizás fue una bonita foto de alguien haciendo Yoga frente a una puesta de sol o simplemente porque te gusta la ropa de Yoga y todos los accesorios, da igual, el resultado siempre suele ser el mismo. Tras superar la barrera de “esto me parece muy raro” superar la risa floja que te da al verte en esa extraña situación en plena clase haciendo posturas raras y pensando “pero esta gente está medio loca, ¿¿qué hago yo aquí??) y por supuesto, al superar las barreras culturales que nos llevan a pensar cosas como “pero esto no será una secta o algo así?? Sigo pensando que ésta gente es rara…” pues eso, al superar todo eso (en serio, lo superarás…) comienza la magia.
Algunos efectos físicos que puedes experimentar al comenzar a practicar Yoga
Tu columna vertebral se alarga y descomprime generando una profunda sensación de bienestar y felicidad, mucha gente sale de sus primeras prácticas de Yoga como en las nubes y esto solo es el principio de un largo camino, con el tiempo tu columna se vuelve flexible, se mantiene descomprimida y la musculatura profunda se fortalece generando un efecto liberador en tu sistema nervioso central, con el tiempo, he de decir, que esta sensación se va difuminando al volverse algo normal y constante en tu vida con lo cual ya no lo notas, simplemente te sientes bien y estas más feliz. Otro efecto a corto plazo evidentemente es que tu estado físico general mejora, tus articulaciones se suavizan, los músculos de todo el cuerpo se tonifican incluso músculos que no pensabas que tenías. Te vuelves más flexible en general. Pero esto es solo rascar en la superficie, como decía antes, son simples “daños colaterales” o “efectos secundarios” de la práctica de Yoga.
Y por dentro…
Y aquí viene lo bueno, ésta es la parte que hace del yoga algo grande, hasta ahora describíamos los efectos una disciplina física, como puede ser el Zumba, Pilates, Step, Aerobics, etc… y debo decir que el yoga sin consciencia, sin intención más allá, también sería simplemente un deporte, pero aquí es donde debemos poner la atención, la práctica del Yoga nos invita a permanecer atentos a todo lo que hacemos, cada pequeño movimiento es realizado con la máxima atención usando el ritmo de tu respiración como hilo conductor, cada inhalación y exhalación lleva asociada un movimiento, respiración y movimiento se vuelven uno, sin pensarlo, simplemente sucede… El simple hecho de estar en contacto con nuestra respiración produce un efecto de calma profunda en la mente, alejándote del viaje constante de la mente al pasado y al futuro que es lo que produce ansiedad y stress en nuestras vidas.
Con el tiempo y la práctica…
Tus ansiedades se calman al poder estar presente/consciente en todos los momentos de tu vida, quizáspor eso los colores del mundo se vuelven más brillantes. Al estar en contacto con las sensaciones de tu cuerpo aprendes darle lo que necesita, quizás comes menos, quizás mejor. En algunos casos y sin saber cómo ni porque comienzas a buscar algo más, quizás sientes que falta algo y esa búsqueda que lleva irremediablemente hacia la meditación y con ella se abre el universo ante ti, te encuentras a ti mismo, simplemente tu y es aquí donde empieza en verdadero viaje, la conexión con la naturaleza, con los demás, con el mundo, con el universo, contigo mismo, es una sensación intensa, real, muy real.
La práctica del hatha yoga o yoga de las posturas te lleva a interiorizar, a reconocer y respetar tu cuerpo, Asana, a colocar/controlar/calmar tu mente a través de ejercicios de respiración, Pranayamas, encontrando entonces el estado de Pratyahara o abstracción de los sentidos, atención plena; éstas nuevas experiencias quizás te llevan a buscar algo más, encontrándolo en la meditación, donde aprendes a primero a desarrollar y ampliar tu capacidad de concentración, Dharana, quizás con el uso de mantras (Mantra= a través de la mente), consiguiendo entonces el estado de meditación, el estado de conciencia, Dhyana y quién sabe si algún día el estado de Shamadi, el fin último de la práctica de yoga, la conexión total, la unión total del individuo con el universo, fundiéndose en uno, en plena conciencia.
YOGA una filosofía de vida, una actitud, una forma de ser y de vivir, un compromiso contigo mismo y con el mundo que te rodea.
Algo así, quizás, podría ser Yoga…
Te recomiendo acudir a algún retiro por lo menos dos veces al año para descansar, renovar energias y mejorar tu práctica o Sadana. Tanto si lo que quieres es conocer el Yoga o profundizar en tu práctica, échale un vistazo a nuestra cuidada selección de programas y retiros de Yoga aquí mismo.